Entrevistamos a Athéna Skoulariki, (Grèce Hebdo, 26.6.2018), profesora en la Universidad de Creta, Doctora por la Universidad de Parίs 2 (Panthéon-Assas) y especializada en los asuntos del nacionalismo y en la historia de los Balcanes. El tema de su tesis doctoral es: «En nombre de la nación. El discurso público en Grecia sobre el asunto de la ARYM y el papel de los medios de comunicación (1991-1995).
Hablamos con Athéna Skoulariki del Acuerdo firmado el 17 de junio de 2018 entre Grecia y la ARYM.
Después de 27 años los dos países llagaron a un Acuerdo. ¿Qué opina de este Acuerdo?
Tras negociar infructuosamente por 27 años, el mero hecho de llegar a un acuerdo se puede considerar un logro. El acuerdo que se firmó a orillas del lago «Prespa» satisface en gran parte las reclamaciones recíprocas de ambos países y garantiza el deber de cada uno de respetar y de reconocer los asuntos especialmente delicados de la identidad nacional del otro.
La República de Macedonia del Norte reconoce que su nueva denominación sugiere claramente que su territorio y la región de la antigua macedonia griega son dos cosas completamente distintas. Acepta la nueva denominación erga omnes, (frente a todos), mientras que Grecia reconoce la lengua y la nacionalidad macedonia (para los ciudadanos de la República de Macedonia del Norte) con el remarque que se trata de lengua y de cultura eslava que no tiene nada que ver con la herencia y la historia de la antigua Grecia. En este punto hubo reacciones severas de parte de la Oposición no sólo de la ultra derecha sino también del mayor partido de la Oposición, (Nea Dimokratίa ) del partido del Centro (KINAL) e incluso del partido comunista.
La República de Macedonia del Norte debe modificar su Constitución borrando totalmente cualquier referencia que podría interpretarse como « irredentismo » contra Grecia. Esto es una garantía suplementaria por Grecia pero sin lugar a dudas constituye una prueba difícil para Zoran Zaev. Por añadidura, Grecia debe ratificar el Acuerdo tras la enmienda constitucional en la ARYM, un reto más para el país vecino.
Pero antes que nada, el cambio de su denominación actual tendrá que ser ratificado por un referéndum en la ARYM y esto es el punto mas difícil de todo el proceso. Zaev parece optimista, pero todo depende de la coyuntura. Que no se nos olvide la reacción del Presidente de la ARYM Gjorge Ivanov, de la Oposición y de una parte de la opinión pública.
¿Cuáles son las razones por las que no había solución alguna por tantos años?
La primera razón es que tras la independencia de la ARYM en 1991 Grecia cambió de postura sobre este asunto. Hasta aquel momento, la diplomacia griega estuvo preocupándose por las reclamaciones minoritarias del país vecino, (a partir de 1913) pero reconocίa la repartición de la regiόn macedonia en tres partes (Macedonia griega, Macedonia Yugoslava, Macedonia búlgara). Pues, en 1992 el ministro de Exteriores Antonis Samaras y el gobierno de Konstantinos Mitsotakis, impuso una política intransigente que hizo hincapié en el asunto de la denominación y en la herencia antigua oponiéndose al uso del nombre “Macedonia” por el país vecino. Esta exigencia era poco realista, dado que en esta República, establecida en 1945, la conciencia nacional macedonia se encontraba ya consolidada.
La argumentación griega, centrada en la antigüedad, era incomprensible para la comunidad internacional y Grecia se vio aislada. Para salir del punto muerto, tras 1995, todos los gobiernos griegos insistieron en una denominación compuesta con un calificador geográfico, pero la ARYM no quería hacer ninguna concesión.
Tras el « veto » griego sobre la adhesión del país a la OTAN en 2008 mientras no había ningún Acuerdo sobre la denominación, el gobierno de Nikola Gruevski se puso a una campaña nacionalista reclamando una continuidad histórica con los macedonios antiguos. Erigió estatuas gigantes de Alejandre Magno y de Fílipo y tuvo una postura intransigente en las conversaciones para la adhesión de su país a la ONU. La ONU se opuso a su polίtica de “antigüación” y a las prácticas autoritarias del régimen “Gruevski”.
La caίda de su gobierno y la determinaciόn del gobierno de Zaev de resolver el problema de la denominación para que se pusiera en marcha la candidatura de su país a la OTAN y a la UE, ofreció al gobierno griego la oportunidad de iniciar las negociaciones inmediatamente para que se encontrara un compromiso. Evidentemente este compromiso se debe a los partidos de Izquierda (anti nacionalistas) que gobiernan en Grecia y en la ARYM. Eso fue el factor más decisivo.
Si el Acuerdo es ratificado por ambos lados, ¿ cuál sería su impacto en el plan geopolítico ?
En este caso las relaciones bilaterales se harán más estables. Grecia ya es uno de los mayores inversores en la ARYM. Habrá una mejora en los intercambios comerciales y en el turismo. La adhesión del país a la OTAN y el inicio de las negociaciones para su adhesiόn a la UE jugarán un papel importante en torno a la estabilidad interior de la República de Macedonia del Norte, en torno al apaciguamiento de las presiones nacionalistas de parte de la comunidad albanesa del país, en torno al crecimiento económico y a la cooperación regional. Pese a la crisis en Europa durante las últimas décadas y las preocupaciones por el Estado de Derecho y por la corrupción en algunos países, debemos seguir adelante con la adhesión de los países balcánicos a la UE. La región de Europa Sudoriental debe ser integrada y no dividida entre pequeños Estados frágiles, opuestos o antagónicos entre sí.
Entre otros, ha seguido el discurso político en Grecia del perίodο 1991-1995. ¿ Desde entonces hasta la fecha cuáles son los puntos comunes en el discurso público ?
Los puntos comunes son en su mayoría los mismos. Por ejemplo, el eslogan “ Macedonía, hay sólo una y es griega”, permanece vivo por desgracia y así se explican las reacciones negativas. La Oposición de derecha adoptó una retórica muy gastada y alarmista que consistía en repetir los estereótipos nacionalistas. […] La diferencia es que hoy las opiniones más moderadas se presentan en la Prensa, el la radio, en la red, más que en la tele que propicia una retórica más “sensancionalista”. […] Es un círculo vicioso, ya que los partidos políticos adaptan su postura a los sondeos, pero es su propia postura la que forja en gran medida la opinión pública.
* Entrevista realizada por Magdalini Varúja
Traducido del francés al español por A.Pap
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