El poema de esta semana es un poema de Costas Mavrudís, en versión del poeta y traductor español Mario Domínguez Parra.

El título del poema es: PRIMAVERA (“ΑΝΟΙΞΗ”) por el libro de poemas Cuatro estaciones (Τέσσερις Εποχές, Kedros, 2010). Por “Cuatro estaciones Costas Mavrudís obtuvo en 2011 el prestigioso Premio de Poesía de la revista Diavaso.

Además Cuatro Estaciones se han traducido al españnol por Vicente Fernández González, Profesor titular de Traducción e Interpretación en la Universidad de Málaga y traductor literario de obras escritas en griego moderno (Cuatro Estaciones, edición bilingüe, editorial Pre – Textos 2015) .

PRIMAVERA

«Eres efímero hasta la inexistencia»,

declaró punzante en el año milnovecientoscincuentaynueve

el Demonio del Futuro

(la Supervisión del Prójimo)

al anónimo taller de nuestro zapatero.

Nada entendían de su declaración

los insospechados enseres (las taladradoras, los punzones y las eficaces tenazas) que habían anegado su mesita. Igual que las colas, los cordeles encerados, los clavos. «¿Saben ustedes, simpáticos aperos, con sus asas gastadas por el uso, que son objetos selectos?», dijo la Supervisión del Prójimo. «Les verán en los cristalinos escaparates de las tiendas de antigüedades, inmóviles, con una obediencia que nunca imaginaron. Así más o menos serán también las retrospecciones para ustedes, perennes y gárrulos haraganes (parientes en los joviales olores de los barnices y de las pieles) concentrados en una conversadora concurrencia al lado de su amigo, en esta tarde lluviosa con los paraguas y el inesperado cielo gris.

Primavera de nuevo

se visten de verde las afueras de la ciudad,

las colinas y las suaves elevaciones.

Nuevos retoños se repiten,

la naturaleza lee del mismo texto.

Cuánto se reservan, sin embargo, todos,

milnovecientoscincuentaynueve,

cuánto preferirían una materia consistente,

una narración infinita

(un libro

que no terminara

en ninguna parte),

para ser consagrados sin responsabilidades,

como el cordero en los amigables prados.

Avaramente proyectan tu corta vida,

te dividen en confusas porciones

y te miden,

mientras te diriges a ellos con estereotipos

(insectos, florescencia, tibios mediodías).

Como si no ocurriese nada,

milnovecientoscincuentaynueve,

lisonjeas de nuevo con hojas las ramas

y grandilocuente anuncias la primavera:

este cartel gigante de clorofila,

la pomposa publicidad del futuro»

Datos vitales

El poeta, ensayista y editor griego Kostas Mavrudís nació en la isla de Tinos en 1948. Estudió Derecho en Atenas. Publicó sus primeros poemas en 1968. Desde 1978 edita la importante revista literaria Το Δέντρo (El árbol). Es autor de los siguientes libros de poemas: Lenguajes dos (Λόγοι Δύο, Azina, 1973), Poesía (Ποίηση, Tram, 1978), El préstamo del tiempo (Το Δάνειο του Χρόνου, Kedros, 1989; 2ª edición de 1990; traducido al español por Vicente Fernández González y publicado por la editorial Miguel Gómez, dentro de su colección «Capitel», en 2001), Visita a un viejo senil (Επίσκεψη σε Γέροντα με Άνοια, Kedros, 2001; 2ª edición de 2002), Cuatro estaciones (Τέσσερις Εποχές, Kedros, 2010, libro del que provienen estos poemas aquí traducidos). Fernández González también ha traducido este último libro completo.  También ha publicado los libros de prosa Con billete de vuelta (libro de viajes, Με Εισιτήριο Επιστροφής, Estía, 1983; 2ª edición publicada por Plezron en 1999), La vida con enemigos (ensayos, Η Ζωή με Εχθρούς, Delfini, 1998; 2ª edición publicada por Melani en 2009), Las cortinas de Garibaldi (libro de viajes, Οι Κουρτίνες του Γκαριμπάλντι, Nefeli, 2000) y Estenografía (aforismos, Στενογραφία, Kedros, 2006). 

Texto: D.P.

Etiquetas: Literatura | poesía