El año está por terminar y el bindis no puede faltar. ¡Y nosotros les invitamos a brindar por el año nuevo con un buen vino espumoso griego! ¡Sí, sí griego!  Grecia puede ya presumir de sus buenos vinos espumosos sin ánimo, por supuesto, de competir con el champán francés o el cava español. Desde hace bastantes años, los espumosos griegos  han irrumpido en el mercado internacional marcando, desde entonces, una trayectoria dinámica y ascendente. Las inminentes celebraciones es una buena ocasión que nuestro equipo ha aprovechado para darles a conocer una buena selección de ellos:
 
 
Amalia Brut de la Bodega Tsélepu. De cepa blanca Mosjofílero, este espumoso destaca por sus burbujas finas y aromas rosados.
 
Amínteon Rosado semi-seco de la Cooperativa de Amínteon. El único rosado en Grecia  con garantía de origen y calidad certificada por la altitud de sus viñedos. De color rojo vivo con un matiz de cerezo y aromas de fresa, zarzamora y caramelo.
 
Caír Brut Rosado 10 años de la  bodega Cair Rodos S.A: Es la mejor muestra de espumoso griego; combina las cepas Athiri y Mandilariá y es CAIRsometido al método clásico del champán con un periodo de maduración de diez años. Tiene cuerpo, acidez intensa, aromas maduros de frutas rojas e higo, dejando una sensación de regusto a almendra y café.  
 
Zitsa, de la Cooperativa de Ioánnina. Es un semi-espumoso de la región del Epiro y viene de la cepa Debina. Presenta un color amarillo pálido y frescos aromas a manzana; es ligero y agradable.
 
Bodega Éfjaris (Eycharis). Espumoso de color claro y finos aromas a frutas amarillas e intenso dióxido de carbono. Su más reciente producción, el Eva rosado, combina las cepas Ayorguítico y Syrah, con residuos de azúcar e intensos aromas.
 
Odí Panós (Oda a Pan) de las bodegas Spirópulu. Fino espumoso de un color amarillo verdoso y finas burbujas. En nariz proporciona unos aromas a melocotón y flores blancas, dejando en la boca un sabor cítrico con intenso dióxido y un regusto mantecoso persistente en el paladar. 
 
DEUSFloara di Munte de las bodegas Katoyi-Strofiliá. Cepa Debina, de aspecto cristalino con elegantes burbujas y aromas a flores, frutas de cáscara blanca y bizcocho. La misma bodega produce, también, el Bella Rosa, un espumoso de cepa Ayorguítico de la región de Corinto.
 
Poème de las bodegas Glívanos. Espumoso semi-seco, de cepa Debina seleccionada en viñedos montañosos de bajo rendimiento. Vivo y elegante, con finos aromas a azahar.
 
Deus de la bodega Cavino S.A. Vino semi-espumoso, de color amarillo pálido y aromas a albaricoque con matices cítricos, de sabor dulce suave en la boca y de regusto frutoso.
 
¿Con qué acompañamos las burbujas?
 
Como aperitivos estimulan el apetito; son buenos acompañantes de las entradas, exceptuando las muy  picantes y grasientas ya que pueden neutralizar sus finos aromas, pero, también, constituyen una buena opción para acampañar al plato principal tomando en cuenta que el maridaje ideal de las burbujas es con los mariscos, el pescado, las ensaladas y, en general, los platos ligeros. Y por supuesto, no pueden faltar de los postres. Su acidez aleja la sensación untuosa que dejan los alimentos en el paladar y lo preparan para nuevos sabores. Acompañan a frutas y tartas, mientras que los semi-secos resisten bien a dulces de fuerte sabor. Los espumosos rosados con sus intensos aromas combinan muy bien con las fresas, las frutas glaseadas o un buen mousse de frutas. 
 
Se sirven en copa-flauta que resalta sus aromas y en una temperatura de entre 2º y 5º.
 
¡A vuestra salud y feliz Año Nuevo!
 

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