La antigua Grecia en el cine (autores J. J. Alonso, E. A. Mastache y J. Alonso, Madrid, T&B Editores, 2013) viene a completar una interesante trilogía comenzada con La antigua Roma en el cine (2008) y seguida de El antiguo Egipto en el cine (2010). Sus autores, profesores de Instituto, se habían dado a conocer en 2006 con un excepcional libro sobre La Edad Media en el cine
Con un estilo sencillo, directo, ameno e irónico, plagado de anécdotas, curiosidades e ingeniosas observaciones, se nos conducirá por el apasionante mundo de los antiguos mitos, pero también por la biografía de los personajes históricos griegos más relevantes, y todo ello partiendo de películas antiguas y modernas que casi todo el mundo ha visto alguna vez. 
Tras unas breves páginas de introducción en las que se reflexiona sobre qué puede interesar en pleno siglo XXI la historia de la antigua Grecia a través del cine, la obra se vertebra en diez capítulos diferentes de los que la mitad son de contenido mitológico y el resto histórico. De este modo, el viaje se inicia con el mito de Perseo, continuando por Heracles y Jasón, los personajes homéricos de la Ilíada y la Odisea, mientras que los acontecimientos históricos que se exponen son la famosa batalla de Maratón y la del rey Leónidas y sus trescientos espartanos en las Termópilas, además de la vida de Sócrates y de Alejandro Magno. Finalmente, cierra el libro un último y muy breve capítulo sobre El Coloso de Rodas de Sergio Leone. 
Este libro transmite una gran pasión hacia la cultura griega y hacia el cine de forma particular. En cada uno de los capítulos se comentan películas maravillosas como las producciones de Harryhausen Jasón y los argonautas y Furia de titanes, Helena de Troya de Wise, Ulises de Camerini o Alejandro Magno de Rossen, y junto a ellas encontramos films más modernos como La Odisea de Konchalovsky o el Alexander de Stone, magistralmente expuestos, o bien las nuevas secuelas mitológicas, casi todas ellas llenas de excesos visuales, defectos graves de guión y mucho ateísmo (Ira de titanes, Inmortals). 
La antigua Grecia en el cine tiene además el inmenso valor añadido de recuperar un buen número de películas menores que hasta el momento no se habían estudiado con demasiada atención. Nos referimos a los dos Hércules de Francisci, La batalla de Maratón, El mostruo de Creta o La ira de Aquiles. Sin embargo también se detiene en algún que otro peplum de escaso valor, ensombreciendo a veces las magníficas exposiciones sobre los films que abren cada capítulo. Por otro lado echamos en falta películas como El banquete de Platón de Ferreri, la versión televisiva de La Odisea de Rossi, o La Ifigenia de Cacoyannis. 
De cualquier modo, esta interesante odisea, con sus lestrigones y cíclopes, permite al lector disfrutar de una animada travesía mitológica, histórica y cinematográfica, y llegar a Ítaca un poco más sabio. 
Alejandro García Valverde

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