Cuando uno recorre una exposición de arte, muchas veces lo que se ve son los grandes logros, las obras ya plenamente desarrolladas que consagran a un artista. Rara vez se llega a tener la ocasión de observar con lupa aquello que estuvo en germen: los primeros gestos, las dudas, las búsquedas tímidas. La exposición OBRAS TEMPRANAS. De la escritura inicial a la obra madura [Título original en griego: ΠΡΩΤΟΛΕΙΑ. Από την πρώιμη γραφή στο ώριμο έργο] justamente propone ese recorrido: identificar y rescatar los elementos fundantes, casi secretos, que aparecen tempranamente en la obra de once destacados artistas griegos, y mostrar cómo esos vestigios crecieron, mutaron y se integraron en su lenguaje maduro.
La muestra se exhibe en el Museo Benaki / Edificio de la calle Pireos 138, y estará abierta al público desde el 3 de octubre de 2025 hasta el 11 de enero de 2026.Su inauguración fue un evento de peso cultural: contó con la presencia de figuras políticas e instituidos, entre ellos el Gobernador del Banco de Grecia, así como la ex Presidenta de la República.

El concepto de la exposición y su relevancia simbólica
El término griego πρωτόλεια alude (etimológicamente) a la “primera ofrenda” o “primera cosecha” dedicada a los dioses, es decir, lo primero que se da con reconocimiento de lo que puede venir después. En el contexto de esta exposición, “πρωτόλεια” equivale a ese primer depósito de sensibilidad, ideas, rasgos expresivos que anticipan y sostienen la evolución del estilo de un artista a lo largo del tiempo. No se trata necesariamente del período juvenil o de las obras tempranas de cada creador, sino de una dimensión más profunda —esa fase experimental que atraviesa todo su recorrido creativo.
De esa manera, la exposición reescribe (o amplía) nuestro modo usual de ver una trayectoria artística: no como una línea recta desde el debut hasta la consagración, sino como un crecimiento orgánico en el que los ecos del pasado siguen resonando incluso en las obras más maduras.
Los once protagonistas: nombres y matices
La exposición reúne obras de once artistas griegos del siglo XX que tienen un lugar destacado en la historia del arte moderno griego. Estos son:
- Spiros Vasileiou (Σπύρος Βασιλείου)
- Nikos Hadjikyriakos-Gikas (Νίκος Χατζηκυριάκος-Γκίκας)
- Yiannis Tsarouchis (Γιάννης Τσαρούχης)
- Yiannis Moralis (Γιάννης Μόραλης)
- A. Tassos (Α. Τάσσος)
- Vasso Katraki (Βάσω Κατράκη)
- Yiannis Spyropoulos (Γιάννης Σπυρόπουλος)
- Alekos Kontopoulos (Αλέκος Κοντόπουλος)
- Dimitris Mytaras (Δημήτρης Μυταράς)
- Yiannis Gaitis (Γιάννης Γαΐτης)
- Chrysa Romanou (Χρύσα Ρωμανού)
Lo interesante es que estos artistas pertenecen a generaciones distintas. La exposición no solo presenta obras canónicas, sino que va más allá: recupera dibujos, bocetos, piezas menos conocidas o “ocultas” en colecciones privadas, obras que pocas veces han estado ante el público, para revelar el entramado que une lo “primario” con lo consolidado. Para facilitar esta interpretación, los curadores agrupaban las presentaciones en “pares” o “cuadrantes”, vinculando el trabajo temprano con el trabajado tardío del mismo artista, con la intervención de historiadores del arte y teóricos que aportan textos críticos dedicados a cada uno.

La exposición como proyecto colaborativo
Un aspecto destacable de ΠΡΩΤΟΛΕΙΑ es su dimensión colaborativa: participan tres instituciones principales: el Museo Benaki, el Centro de Cultura, Investigación y Documentación del Banco de Grecia y la Fundación Ioannou F. Kostopoulou. Durante aproximadamente tres años trabajaron los equipos curatoriales, convocando historiadores y teóricos del arte para contribuir con ensayos y análisis dedicados.
El concepto, tanto como la selección de obras y su orden expositivo, ha sido considerado uno de los aciertos principales de la muestra. En particular, se ha elogiado la maestría con la que algunos pares de obras distanciadas en el tiempo dialogan visualmente entre sí, permitiendo entrever cómo un estilo o motivo ha evolucionado. Por ejemplo, dos desnudos de Moralis separados por casi cuarenta años se colocan juntos para mostrar esa continuidad oculta.
También se califica como destacable la generosidad del planteamiento curatorial: se otorga voz a especialistas externos, la narrativa emergente no es monológica, sino plural, incluso cuestionadora del canon establecido.
Al entrar, el visitante podrá seguir un recorrido que no se limita a la cronología, sino a conexiones temáticas y visuales: la «primera escritura» (los primeros esbozos, dibujos, bocetos) se sitúa cerca de las «obras maduras» de cada artista, de modo que las afinidades—formas, motivos, modos de ver el espacio o la figura—se perciban de inmediato.

Además, la exposición cuenta con actividades paralelas: se han programado visitas guiadas durante semanas específicas (por ejemplo, los días 1, 15, 22 y 27 de noviembre, 13, 20 y 27 de diciembre, y 10 de enero de 2026) junto con curadores e historiadores del arte. También habrá una jornada conmemorativa el 6 de diciembre en el auditorio del museo, con participación de los teóricos que colaboraron con la exposición.
Más allá de su valor como exposición histórica, ΠΡΩΤΟΛΕΙΑ invita a repensar cómo leemos una obra de arte. Nos recuerda que detrás de una pintura célebre hay capas invisibles de experimentación, hallazgos fallidos, sorpresas y revisiones. Nos fuerza a mirar “hacia atrás” para entender mejor el presente del artista.
Además, la exposición pone hilo conductor entre generaciones artísticas que, de otro modo, se podrían percibir como compartimentos estancos. Revela cómo un motivo visual o una manera de construir la figura pueden “viajar” en el tiempo dentro del mismo autor. En ese sentido, es un ejercicio de genealogía artística.
La exposición es un puente entre el presente contemplativo del espectador y el pasado creativo de los artistas griegos del siglo XX y abre una ventana hacia lo que permanece invisible tras la belleza acabada.
Fuente de imágenes: Museo Benaki (sitio oficial y página Facebook)
CP
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