Una de las exposiciones que merece la pena visitar este verano es «Yannis Gaitis, la multitud y la soledad», que estará abierta hasta octubre de 2021 en la Galería Municipal de Larisa-Museo G.I. Katsigras. La exposición, comisariada por la arquitecta-museóloga Loretta Gaiti y el historiador del arte Yannis Bolis, es un homenaje al artista revolucionario griego Yannis Gaitis (1923-1984), cuya obra se hizo mundialmente famosa por captar el anonimato, la uniformidad y la esterilidad de la sociedad de masas.
 
 
La exposición registra la trayectoria de Gaitis desde mediados de los años cuarenta hasta principios de los ochenta, desde sus primeros cuadros -en los que se pueden rastrear influencias del surrealismo y de Pablo Picasso en particular- hasta su búsqueda de la abstracción. Desde sus microcosmos narrativos hasta sus hombres anónimos, de rostro inexpresivo y uniforme, con sus trajes a rayas y a cuadros, esas personas con las que se identifica y nos pide que nos identifiquemos. Estas figuras representan la alienación del hombre en la sociedad moderna, que se convirtió en el rasgo más dominante y distintivo de la obra de Gaitis.  
 
«Sus hombrecillos, culminación y expresión madura de su búsqueda artística, es una de las imágenes más reconocibles y emblemáticas de un creador con una actitud sociopolítica innegociable y un espíritu crítico sin límites, un artista audaz y subversivo, un revolucionario», dicenlos organizadores de la exposición.
 
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Yannis Gaitis nació en Atenas en 1923 y estudió en la Escuela de Bellas Artes de Atenas con Konstantinos Parthenis. Orientado desde el principio hacia el movimiento de vanguardia europeo, Gaitis se convertiría en uno de los primeros pintores modernistas de la Grecia de posguerra. En 1944, organizó su primera exposición individual en su estudio de Atenas, que desde entonces se convirtió en punto de encuentro de renombradas personalidades del ámbito de las artes y la literatura, como Miltos Sachtouris, Yannis Tsarouchis, Minos Argyrakis y Odysseas Elytis. 
 
Un par de años más tarde, su segunda exposición en la Sociedad Literaria de Parnassos causó un gran revuelo, por la forma audaz de sus obras, que ya contenían elementos surrealistas, cubistas y abstractos. También fue miembro fundador – junto con Alekos Kontopoulos y otros artistas que se habían pasado al arte abstracto- del grupo «Los extremistas», que se oponía al arte académico.
 
En 1954 se trasladó a París, donde completó sus estudios en la Escuela de Bellas Artes y en la Academia de la Grande Chaumière, centrándose en la realización de obras del estilo del arte gestual y amorfo, y experimentando mediante la reproducción de obras abstractas.  Poco después, su primera exposición individual fue organizada por la galería Diderot de París, mientras que también presentó su obra en la exposición colectiva Micro-Salon d’Avril (Galería Iris Clert), junto a artistas como César, Max Ernst, Jean Fautrier y Pablo Picasso.
 
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En 1967, sus creaciones se politizan claramente y se posicionan abiertamente en contra de la dictadura de los coroneles en Grecia, como la obra «Tiens!, El asesinato de la libertad y los militares», donde un grupo de soldados dispara a una paloma. El año 1968 marcó un hito en su carrera, ya que fue entonces cuando introdujo su marca personal, el «hombrecillo», una figura sin rostro, a veces solitaria y a veces repetitiva, representada normalmente en una vista lateral.
 
Gaitis mantuvo un estudio en París durante los últimos 26 años de su vida. Su obra se presentó también en Estados Unidos en 1964, en la Exposición Internacional Carnegie de Pittsburgh. A partir de ese momento, sus figuras de rostros inexpresivos llamaron la atención a través de exposiciones que tuvieron lugar en eventos y lugares de arte de todo el mundo, como el Museo de Tel Aviv de Israel, el Salón de Mai de París, las Bienales de Sao Paulo, el Muzej Savremene Umetnosti de Belgrado y el Museo de Arte Contemporáneo de Skopje.
 
Por último, cabe destacar su gran exposición retrospectiva en la Pinacoteca Nacional de Atenas-cuya inauguración tuvo lugar una semana antes de la muerte de Gaitis (1984)- y una gran muestra retrospectiva en el Museo Benaki de Atenas (2006). Gaitis adquirió una enorme popularidad gracias a su peculiar lenguaje artístico, a su extraordinaria productividad y a su persistencia en poner su arte en contacto con los grupos sociales más amplios de todas las maneras imaginables. Sin duda se alegraría, por ejemplo, de colocar sus «hombrecillos» en la estación de metro «Stathmos Larisis» de Atenas, incorporando así con éxito el arte a la vida cotidiana de los ciudadanos.
 
Para más información: visite la página web de la Galería Municipal de Larisa – Museo G.I. Katsigras
 
Texto original en inglés vía Greek News Agenda
 
Trad.: C.P. 
 
 

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