Griegas y griegos del mundo,

Amigas y Amigos de Grecia de todo el mundo,

Compatriotas,

Con el pulso de miles de años y una resistencia admirable, la lengua griega ha acompañado a la humanidad durante siglos. El resultado de este excepcional transcurso es la acumulación de un vocabulario sin parangón, capaz de interpretar los significados más densos y complejos. Enriqueciendo con su vocabulario todas las ciencias y muchas lenguas occidentales, la lengua griega vive en léxicos extranjeros, participando en una ósmosis cultural intemporal.

El griego, siguiendo el fenómeno de la evolución lingüística, se renueva y renueva, se enriquece y enriquece, interpreta los esquemas conceptuales modernos y responde a las nuevas necesidades. Y es cierto que, gracias a su singular descriptividad, nuestra lengua tiene el potencial de funcionar como un compás, dando sentido a un mundo complejo.

Amigas y amigos,

Nuestra época no es favorable a las certezas. La realidad gira en torno a un continuum de pequeñas y grandes crisis que nos empujan a buscar con urgencia el respeto mutuo, la justicia y la coexistencia armoniosa. Buscamos las palabras que dan contenido a estos conceptos. Y estas palabras son griegas: Diálogo, Diplomacia, Democracia. No es casualidad que con estas tres palabras que empiezan por la letra D, palabras griegas con un significado global, nuestro país aspire a ser elegido miembro no permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para el período 2025-2026.

Me permito terminar refiriéndome a otra palabra griega que empieza por la letra D con un significado global: Diáspora. Desde su antiguo significado griego hasta nuestros días, la diáspora como forma y significado ha permanecido casi inalterada. Diáspora, sembrando las semillas, el viaje de los valores del helenismo por todo el mundo.

Diáspora, un precioso «nosotros» que se extiende hasta los confines de la tierra y cuenta su propia historia, siempre en lengua griega…

Gracias a todos.

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