Con sus colinas verdes, sus valles fértiles y sus interminables playas doradas,
Rodas es verdaderamente la isla ideal no sólo para los que quieren relajarse sino, también, para todos aquellos que buscan combinar el ocio con la acción y la aventura. Rodas es a la vez cosmopolita y tradicional, con numerosos lugares de interés cultural y arqueológico y con unas infraestructuras turísticas excelentes.
Situada en el sudeste del Mar Egeo, Rodas, la capital de las islas del
Dodecaneso, tiene una relevante trayectoria histórica que se remonta a la antigüedad. Gracias a su ubicación estratégica, la ciudad antigua cuya construcción comenzó en el 407 a. C. se convirtió pronto en uno de los centros más importantes de la marinería y el comercio en el Mediterráneo. Su historia antigua está directamente relacionada con la constucción de la impresionante escultura de bronce, de 31 metros de altura,
el Coloso de Rodas; una de las siete maravillas del mundo antiguo que fue destruida por un terremoto en el año 226 a. C.
Formando parte del imperio romano y, más tarde, del imperio bizantino, Rodas alcanza su mayor esplendor en la edad media tras
ser conquistada, en el año 1309, por los Caballeros de San Juan de Jerusalén. Fueron ellos quienes fortificaron la ciudad convirtiéndola en un considerable centro administrativo, con una economía próspera y una fisionomía multinacional. En 1523 Rodas fue conquistada, esta vez, por los turcos otomanos; Durante
la ocupación otomana nuevos edificios fueron erigidos en el centro antiguo, principalmente mezquitas y baños públicos. En 1912, Rodas y el resto de las islas del Dodecaneso son arrebatados de las manos de los turcos por los italianos. Los nuevos gobernantes embellecieron la ciudad con edificios magníficos, caminos anchos y plazas. No fue sino hasta 1948 cuando la isla pasa a formar parte del Estado de Grecia. En 1988, la ciudad medieval de Rodas fue catalogada por la UNESCO como “
Patrimonio de la Humanidad”.
Al entrar a la ciudad mediaeval amurallada por la entrada principal, la Puerta de la Libertad, se percibe inmediatamente el carácter multicultural la ciudad, legado de un amplio mosaico de culturas y civilizaciones que se encrucijaron a lo largo de su historia. Dando un paseo por las murallas medievales, los bastiones, los callejones estrechos, los minaretes, las casas antiguas, las fuentes y las plazas, los visitantes pueden explorar veinticuatro siglos de historia.
El Palacio del Gran Maestre es, sin duda, el monumento más destacado de la ciudad. El palacio fue originalmente una fortaleza bizantina pero, en el siglo XIV, sirvió de residencia y sede administrativa del Gran Maestre de la orden de los Caballeros de San Juan y, actualmente, se ha convertido en museo.
La calle adoquinada de los Caballeros, una de las calles medievales mejor conservadas en Europa, está repleta de albergues y posadas de aquella época que solían acoger a los soldados de la Orden. Al final de la calle, en la Plaza de los Museos, se encuentra el Hospital de los Caballeros que, actualmente, alberga el Museo Arqueológico. La calle Socratus, llena de cafés y tiendas se extiende desde la Mezquita de Solimán el Magnífico hacia el puerto. Paseando por el «barrio turco», se encuentra la Mezquita Mustafá Pachá y los baños turcos.
Rodeando la ciudad amurallada, se asoma la «nueva» ciudad con sus magníficos edificios venecianos, neoclásicos y modernos. Entre los edificios más notables del período italiano son la Oficina de Correos, construida por el arquitecto italiano Florestano di Fausto, la Prefectura del Dodecaneso, antiguamente Palacio del Gobernor italiano, el Ayuntamiento y el Teatro Nacional. El carácter multicultural de Rodas queda patente, también, en esta parte de la ciudad donde la Prefectura convive armónicamente con la mezquita de Murat Reis y su elegante minarete. En la otra parte de la ciudad, se puede visitar el Parque Rodini, un verdadero paraíso que, según se dice, fue el sitio de la famosa Escuela de Retórica donde estudiaron eminentes personajes de la antigua Grecia y Roma, entre ellos Julio César, Cicerón, Pompeyo, Bruto, Casio y Marco Antonio.
Además de la ciudad de Rodas, la isla ofrece, también, gran cantidad de puntos de interés en otros lugares, como el bellísimo pueblecito de Lindos, la Acrópolis de Ialisós, el famoso Valle de las Mariposas, la antigua ciudad de Kámiros y las playas de aguas cristalinas, como la popular Faliraki, que merecen ser visitadas.
Etiquetas: Arqueología | arquitectura | cultura | Historia | Patrimonio | Turismo