La imagen de Atenas repleta de grandes bloques de pisos es una imagen familiar, incluso estereotipada, de la capital griega como jungla de hormigón. Atenas encabeza la lista de ciudades griegas en las que se desarrolló con fuerza la peculiar práctica inmobiliaria de la «antiparochί» (se pronuncia adiparojí, se trata de un intercambio de propiedades y supone la concesión de terrenos de construcción a cambio de una participación en los edificios de apartamentos de varias plantas resultantes), sobre todo a partir de los años 50, inaugurando un periodo de intensa urbanización. Sin embargo, este tipo de edificio tan criticado, la «polykatoikia» (se pronuncia polikatikía), ha sido objeto en los últimos años de una reevaluación por parte de académicos, arquitectos y teóricos del urbanismo. El significado arquitectónico, social y económico de estos bloques de pisos modernistas, que se alinean calle tras calle, ha sido revisado a la luz de los contextos urbanos históricos y contemporáneos. Así pues, se ha aplicado una visión más antropocéntrica, destacando valores como la sencillez y la accesibilidad, así como la vivacidad y la sociabilidad de la ciudad.
Arquitectura moderna y exotismo griego
En 1933 se celebró en Atenas la Cuarta Conferencia Internacional de Arquitectura Moderna (C.I.A.M.), uno de cuyos impulsores fue Le Corbusier, que reunió a decenas de arquitectos de renombre de todo el mundo para dialogar sobre la nueva ciudad moderna de su tiempo. La conferencia también marcó un punto de inflexión para la arquitectura moderna griega, al ofrecer una oportunidad única para definir su identidad en relación con la vanguardia internacional. Cómo hablar del valor de lo moderno en la Atenas de 1933 -donde casi nada parecía moderno- fue el principal reto para los arquitectos griegos y extranjeros.

La expansión urbana de Atenas, ciudad antigua que volvió a destacar como capital del Estado griego moderno en la primera mitad del siglo XIX, no fue el resultado del desarrollo industrial, sino más bien de una serie de acontecimientos que provocaron el desplazamiento de la población a las grandes ciudades. Sin embargo, en Atenas acababan de terminarse importantes construcciones modernas (escuelas, edificios, fábricas, obras técnicas).
La fe de los arquitectos griegos en la arquitectura moderna también se demostró de forma imaginativa al conectar la arquitectura moderna con la arquitectura tradicional griega, que en aquella época parecía exótica para todo el mundo. Las características arquitectónicas griegas (especialmente las de las islas Cícladas), como las estructuras sencillas, las formas abstractas, la falta de decoración, el énfasis en la función, etc., se consideraron características modernistas, por no decir el fundamento del modernismo (Κώστας Τσιαμπάος, 2020).

«Polykatoikia», viviendas para las clases trabajadoras, después de los años 50
La urgente necesidad de vivienda tras el final de la guerra civil griega en 1949, que provocó la emigración de muchas personas del campo a los centros urbanos, condujo a una intensa urbanización de la capital griega a partir de 1950. Durante este periodo y hasta finales de la década de 1970, Atenas se convirtió en una importante zona de construcción, mientras que el área metropolitana de la capital duplicaba con creces su población.
La antiparochί, un método innovador de financiación, fue el principal mecanismo utilizado para satisfacer las necesidades urgentes, especialmente en las zonas del centro de las ciudades, al beneficiarse de la pequeña propiedad tradicional de Grecia. Por ejemplo, en 2011, el 93,3% de la población del municipio de Atenas vivía en edificios de varias plantas, el 75,5% de los cuales habían sido construidos antes de 1980.
La introducción de la propiedad horizontal o, más sencillamente, del condominio en 1929 tuvo un impacto duradero en las condiciones de financiación de la construcción, facilitando la obtención de los fondos iniciales necesarios e introduciendo el sistema de la «antiparochί», que permitió a las clases trabajadoras acceder a viviendas de bajo coste integradas en el tejido urbano.

La legislación antiparochi y las exenciones fiscales fomentaron la construcción de bloques de pisos por trabajadores itinerantes no cualificados, primero en las afueras de Atenas y luego en otras ciudades griegas en los años cincuenta y sesenta. En esta época surgieron los primeros contratistas de obras, que adquirían terrenos y edificios antiguos, construían polikatoikies en ellos y a menudo vendían los pisos antes de terminar la construcción. El contratista comunicaba su proyecto colgando un cartel en el solar. A veces con una mínima aportación de un arquitecto, cuyo nombre no siempre figuraba en los documentos oficiales, se elaboraban los primeros planos para obtener el permiso de obras. Estos planos se basaban en bocetos «llave en mano» que podían adaptarse fácilmente a una gran variedad de situaciones (Olga Moatsou-Ess, 2018).
Mientras que los edificios de varias plantas del periodo de entreguerras fueron diseñados por arquitectos de renombre como Kitsikis, Nikolaidis y Panagiotakos, que querían desarrollar una tipología urbana moderna utilizando formas decorativas del Art Déco, la Bauhaus y el cubismo, la «polykatoikia» de la posguerra se convirtió en un producto de la especulación inmobiliaria de los contratistas de obras. Fácil de reproducir gracias a planos estandarizados, rápida de levantar y sencilla de financiar, se generalizó como tipo de vivienda para las clases trabajadoras.
Sin embargo, durante este periodo se publicaron en las principales revistas de arquitectura de la época edificios de arquitectos de renombre como Valsamakis, Konstantinidis y Tombazis, destinados a las clases acomodadas de Atenas, que sirvieron para formar a la nueva generación de arquitectos griegos con la introducción de la modernidad de influencia europea.

Segregación socioespacial en la capital griega
La expansión de los bloques de pisos en el tejido urbano de la Atenas de posguerra siguió las tendencias ya señaladas cuando apareció por primera vez este tipo de edificación, en el periodo 1925-1941. En particular, el aumento de la densidad en las zonas céntricas y de gran demanda en la distribución geográfica de los bloques de pisos urbanos en el periodo de entreguerras, delimitados por las calles Vassileos Konstantinou – Vassilissis Sofias – Panepistimiou – Patission, reflejó pero también intensificó la división espacial y social de Atenas, ya establecida en la segunda mitad del siglo XIX entre los distritos oriental y occidental, separados por el eje virtual de la calle Aiolou – calle Patission.
De hecho, a diferencia del extenso desarrollo hacia el este, el desarrollo hacia el oeste permaneció confinado en gran medida al eje de la avenida Acharnon hasta 1965, cuando comenzó una expansión lineal de manzanas a lo largo de la calle Liossion.
En el periodo de posguerra, la urbanización siguió siendo lineal a lo largo de las avenidas principales o las calles principales, donde el acceso y la visibilidad aumentaron la demanda de un uso más intensivo del terreno. La expansión y predominio de los bloques de pisos hacia el sur es un ejemplo típico de cómo la avenida Syggrou -cuyo trazado se completó a finales del siglo XIX, uniendo Atenas con los lugares de veraneo de la alta burguesía, como Faliro (Palaio y Neo)- «guió» el desarrollo de los bloques de pisos en los distritos vecinos: Partiendo del barrio de Makriyanni, el desarrollo continuó hacia Koukaki, Kynosargous, Neos Kosmos y se dirigió hacia el sur a lo largo del eje de la avenida en Néa Smyrni, Kallithéa, Tzitzifiès (Kalfa Konstantina, 2024).

Hay que decir que los arquitectos de renombre y los ingenieros experimentados construyeron bloques de pisos en los barrios más prestigiosos de la ciudad (como Kolonaki, Syntagma, o a lo largo de las avenidas Patission, Syggrou, Panormou, etc.), mientras que la mayoría de los ingenieros menos experimentados desarrollaron su actividad en los barrios periféricos y las calles menos céntricas -aunque no estén necesariamente excluidos de los barrios y calles centrales.
La polykatoikia, como tipo de edificio, se diseña no tanto por preferencias estilísticas individuales como por las «leyes» de la especulación, aunque éstas se ajusten a las tendencias, gustos y normativas vigentes (GOK – Reglamento General de Edificación) de cada época (en este caso : la planta superior, el «retiré», los colores en tonos beige y ocre, los balcones generalmente construidos de forma continua y cuyas barandillas consisten en una simple serie de barras metálicas, las paredes divisorias de cristal para delimitar los balcones de los pisos individuales y los parasoles de tela de color sólido -verde, azul o naranja-) (Kalfa Konstantina, 2024).
De la fuerte crítica a la reevaluación de la «polykatoikia
Aunque innovador y esencial para satisfacer las necesidades de vivienda de la Atenas de posguerra, el modelo de la «polykatoikia» ha sido duramente criticado a lo largo de los años por contribuir a la homogeneización arquitectónica y a la densidad del paisaje urbano. Cabe señalar que la falta de planificación urbanística por parte del Estado, sobre todo en los años sesenta y setenta, contribuyó a la falta de cohesión urbana, con repercusiones negativas tanto en la estética como en el medio ambiente.
Por otra parte, según Ioanna Theocharopoulou, arquitecta e historiadora de la arquitectura, el proceso de creación de una clase media más amplia mediante el desarrollo inmobiliario contribuyó a reducir las diferencias sociales, ideológicas y culturales del periodo de entreguerras, así como a curar las heridas de la guerra civil. Se trata de una visión del papel del bloque de apartamentos en la historia social y política griega que se ha expresado en el pasado desde diferentes perspectivas.

Los valores de la arquitectura moderna -abstracción, sencillez, repetición de geometría pura y construcción básica- eran muy apreciados por el público. Estos valores arquitectónicos hacían que los proyectos fueran accesibles a todo el mundo. Cualquiera podía copiar los primeros proyectos de alta calidad diseñados por arquitectos de renombre con un mínimo de recursos. La sencillez y la accesibilidad desempeñaron un papel clave en el éxito de las innovaciones arquitectónicas incorporadas al diseño de la polykatoikia, que tuvo un impacto significativo en la vida urbana de una forma que sigue fascinándonos hoy en día. El tejido urbano ateniense tiene muchas cualidades, como la animación de muchas partes de la ciudad a lo largo del día, la diversidad de las fachadas de sus edificios, un modo de vida animado y sociable, una mezcla de clases sociales y una sensación de libertad. Según Kenneth Frampton, arquitecto, crítico e historiador británico, el bloque de pisos de Atenas es una manifestación moderna única del desarrollo urbano, resultado de la evolución espontánea de la sociedad y no de una intervención planificada.

Las polykatoikias de Atenas de la posguerra, a pesar de la devaluación que sufrieron entre los años 1980 y 1990 como consecuencia del deterioro de la calidad de vida en las zonas céntricas y la huida de los residentes a los suburbios hasta entonces poco poblados, siguen ocupadas sin interrupción, ya que encuentran nuevos usuarios procedentes de nuevos y diferentes grupos sociales.
El estallido de la crisis económica en 2008 y el consiguiente aumento de la inseguridad en la vivienda, la llegada masiva de refugiados a partir de 2015 y la urgente necesidad de alojarlos, el crecimiento del turismo y la difusión de los alquileres de corta duración (tipo Airbnb) así como la subida de los precios de la vivienda provocada por el aumento de la demanda y del interés general por invertir en el mercado inmobiliario ateniense, son los ejemplos más indicativos que han atraído la atención de la investigación científica contemporánea sobre vivienda y segregación (Dimitris Balampanidis, Iris Polyzou y Stavros Spyrellis, 2022).

El modernismo griego se ha vuelto exótico (de nuevo)
Ya en la década de 2000 se vislumbró una visión diferente del paisaje urbano ateniense. Resulta impresionante que en 2002 la participación de Grecia en la Bienal de Venecia se titulara «Atenas 2002: Realismo absoluto». El modernismo ateniense volvía a estar en el candelero, pero ya no en términos de modernismo «oficial». No se presenta la imagen de una Atenas turística, sino los aspectos anónimos, incompletos, marginales e incluso feos de la ciudad.
En 2016 se creó la plataforma en línea Athens Social Atlas (Atlas Social de Atenas) con el objetivo de poner de relieve y registrar la geografía social de Atenas. La plataforma, apoyada por la Fundación Onassis, pretende dar a conocer las principales estructuras y procesos que conforman el tejido social de la ciudad.
De la misma manera, la investigación a nivel paneuropeo ha comenzado a tratar la modernidad «anónima» de Atenas de manera diferente. Tesis doctorales y proyectos de investigación en importantes instituciones de Europa y América (Richard Woditsch, Olga Moatsou, Plato Isaias, Ioanna Theocharopoulou, etc.) analizan ahora el edificio de apartamentos ateniense, común y típico, en términos de una modernidad alternativa y marginal, muy alejada de la experiencia del mundo en desarrollo. Theocharopoulou, por ejemplo, introduce nuevas herramientas conceptuales para documentar las particularidades de este desarrollo apoyándose en diversas fuentes, que no se limitan a la historia arquitectónica y urbana de Atenas, sino que abarcan la historia social, la antropología, los estudios de género, la evolución del lenguaje y el estudio del teatro de sombras.

De repente, el modernismo griego se volvió exótico, en el sentido de primitivo, autóctono, tosco, burdo, inicialmente incomprensible, algo desarrollado colectivamente y desde abajo. El modernismo ateniense se identificó solemnemente con las masas, y las miles de obras arquitectónicas indiferentes que todos condenaban como mediocres, baratas, comerciales, etc., encontraron su lugar en un archivo digital alternativo, uno que no necesitaba jerarquías ni evaluaciones.
Para sus defensores, el diseño de la polykatoikia encarna en última instancia la filosofía fundamental de la arquitectura modernista: «La forma sigue a la función»: la apariencia y la estructura de un edificio deben estar determinadas principalmente por su uso y propósito. Como suelen señalar: «La verdadera belleza de una ciudad reside en cómo está habitada. Atenas es una ciudad atractiva. Sin embargo, no lo es por sus hermosos edificios, sino por su atractivo estilo de vida».
Esta publicación es una traducción al español de un texto de nuestro sitio web en francés GrèceHebdo.gr
Trad.: CP
Foto de portada: Vista de Atenas – Fuente: www.athenssocialatlas.gr
Etiquetas: Antiparochí | Polykatoikia