Un total de noventa y cuatro espléndidas pinturas, cedidas por varias instituciones culturales griegas y coleccionistas privados, componen la amplia exposición retrospectiva que, desde el pasado 10 de noviembre, se está desarrollando en la Fundación de Bellas Artes y Música, B. & M. Theocharakis. Se trata de un homenaje al pintor Teófilos Hadjimichail, uno de los más importantes exponentes de la pintura contemporánea griega quien, a través de su polifacética obra, ilustra la tradición, la historia, la naturaleza y la vida popular de Grecia, temas omnipresentes en su larga trayectoria artística.

Centrado siempre en la temática citada, Teófilos divide sus cuadros en dos categorías: los que presentan al hombre y la naturaleza y los que evocan, desde la óptica del artista, un tema de la mitología, la historia y la religión griegas. Con su paleta, Teófilos tenía el don de transformar en obras de arte las superficies más humildes, desde cualquier cartón, tablas de madera o cajas de hierro hasta lienzos pintados y paredes de tiendas y casas. De este modo, transmitía su mundo de frescura en los colores que tan bien reproducían la luminosidad de los paisajes típicamente griegos. Sus creaciones revelan la ingenuidad y la inocencia, pero también la vitalidad de la pintura popular. El mundo de Teófilos es un mundo de dioses, héroes y seres humanos, que convive con elementos e imágenes de la realidad y el paisaje familiar.
 
En su reseña, incluida en el catálogo de la muestra, el comisario de la exposición, Takis Mavrotas, señala: 
 
«Casi toda la obra de nuestro aclamado artista popular irradia emoción estética y espiritual. Está impregnada de la historia y la belleza natural de nuestra tierra, ya que el inflexible pintor nunca dejó de centrar su visión en los tiempos antiguos y las pasiones de nuestro pueblo, en una búsqueda incesante de la verdad de la vida. La sencillez de sus cuadros, con un fuerte sentido de continuidad histórica y estética, revela su sabiduría de saber ponderar y mitigar la disparidad que crean los contrastes cromáticos potentes. Teófilo no sabía leer ni escribir correctamente; pero, aun así, solía añadir en sus cuadros explicaciones mal escritas a fin de afirmar o completar la fuerza de sus imágenes, sus héroes y dioses, de los pinos y los olivos, del mar y las montañas. Retrató un vasto mundo, desde Mitilene hasta el monte Pelión, destacando por su ardiente amor por nuestra historia, pero también captó imágenes de Constantinopla, de Esmirna, de Egipto, de Italia, de Israel y de Damasco, así como de la batalla naval ruso-japonesa y de la alineación del ejército de Napoleón…»
 
La exposición estará abierta hasta el 3 de febrero de 2022 e irá acompañada de un catálogo completo, abarcando todas las obras expuestas, así como los textos de Stratis Eleftheriadis-Tériade, Odysseus Elytis, George Seferis, Takis Mavrotas y los destacados pintores Alexis Veroukas, Stephanos Daskalakis, Christos Bokoros y George Rorris.
 
M.A. 
 
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