La región de Argólida (griego Argolída) está situada en el este de la península del Peloponeso. La más conocida ciudad de la región es la de Nafplio (o Nauplia), la primera capital de Grecia. Nafplio, con su exquisito casco antiguo, su impresionante paseo marítimo y un hermoso conjunto de casas de estilo veneciano, es una de las ciudades más bellas de Grecia. A pocos kilómetros se encuentran el teatro antiguo de Epidauro y el sitio arqueológico de Micenas; seguro que no hay nadie que no los haya visitado o, por lo menos, que no haya oído hablar de estos dos lugares. Más aún, aparte de los famosos sitios arqueológicos de Micenas o Epidauro, el visitante de Argólida podrá gozar los increíbles castillos de la región, tres de los cuales se encuentran en Nafplio; son la tres fortalezas de Palamidi, Akronafplia y Burtzi, muy bien conservados y símbolos principales del pasado antiguo y medieval de la ciudad.

El Castillo de Acronafplia

El Castillo de Acronafplia, el más antiguo de Nafplio, tiene una historia rica que, según los arqueólogos, se remonta al siglo IV a.C., fecha de la primera fase de su fortificación con piedras poligonales. El estado actual del castillo, aunque haya cambiado bastante a causa de intervenciones en la época moderna, se formó básicamente durante las ocupaciones francas y venecianas de los siglos XIII a XVI.

Durante el período de la ocupación franca (1210 -1389) el castillo estaba bajo el dominio de las familias nobles de los De la Roche, los De Brienne y los D’Enghien. Tras la conquista del castillo por el caballero cruzado Vilearduín (Villehardouin), Akronafplia se dividió en dos partes con un muro. La ocupación franca llegó a su fin en 1389, cuando, ante la amenaza otomana, María D’Enghien entregó Nafplio en manos de los venecianos.

La primera ocupación veneciana del castillo (1389-1540) se divide en dos períodos. En el primer período, bajo las instrucciones del veneciano gobernador Vittore Pasqualigo y según los diseños del arquitecto Antonio Gambello, se llevó a cabo una serie de proyectos de fortificación e infraestructura que cambiaron el aspecto de Akronafplia. La ciudad se extendió hacia el norte mientras que el centro administrativo fue trasladado a la ciudad baja. Además la fortificación de la pequeña isla de Burtzi aseguró también la entrada de la ciudad por el puerto.

La segunda ocupación veneciana (1686-1715), aunque bastante breve, fue de importancia fundamental para la ciudad. Nafplio se convirtió en la capital del Reino de Morea y los venecianos se apresuraron a fortificar la roca de Palamidi, construyendo el complejo defensivo que podemos ver hoy en día. La fortificación de Palamidi resultó en la degradación del Castillo de Akronafplia, que, en 1686, por orden de los venecianos, fue designado para el uso exclusivo de los militares. La sección oriental del Castillo de Akronafplia, junto con la Puerta de la Tierra en la ciudad baja, se reforzaron con la creación de un nuevo bastión que recibió el nombre del gobernador Grimani (1706).

Durante la ocupación otomana, entre los dos períodos venecianos, Nafplio fue la base de la administración otomana del Peloponeso (1540-1686). Un monumento representativo de la época es la mezquita que hoy alberga el Teatro “Trianón”. Un viajero turco que visitó la ciudad en 1668 escribió que había muchas casas dentro del recinto fortificado del Castillo de Akronafplía y una gran mezquita en la cima de la colina, la Fethiye, que originalmente era una iglesia cristiana dedicada a San Andreas.

La historia reciente del Akronafplia está conectada con la liberación de la ciudad de Nafplio de los otomanos por Kolokotronis en 1822. Nafplio fue declarada la primera capital del entonces recién formado Estado griego en 1827. En 1828, Ioannis Kapodistrias llegué a Nafplio como el primer gobernador de Grecia.

Las ruinas de los Cuarteles Grimani en el Castillo de Akronafplia fueron reconstruidas, les cambiaron el nombre por “Cuarteles de Kapodistria” y, más tarde, se convirtieron en prisión. Las fortificaciones de Akronafplia fueron limpiadas de montones de escombros. Las pequeñas casas dispersas fueron renovadas para albergar a la guardia y, al mismo tiempo, se construyó el primer hospital militar junto al muro este, al igual que la capilla del Agioi Anargyroi. Durante los años de la posguerra (1950-1975), el Castillo de Acronafplia se convirtió en un centro de desarrollo turístico intensivo.

El Castillo de Palamidi, Nafplio

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El Castillo de Palamidi fue fortificado por primera vez por los venecianos durante la segunda ocupación veneciana (1686-1715). El Palamidi es un fuerte barroco clásico, construido según los diseños de los ingenieros Giaxich y Lasalle. En 1715 fue conquistado por los otomanos que lo mantuvieron hasta 1822, cuando pasó bajo el control del Estado griego provisional establecido durante la Guerra de independencia griega. El castillo constituye uno de los ejemplos arquitectónicos más importantes de la arquitectura defensiva en el país.

El Castillo de Burtzi

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El castillo veneciano de Burtzi es el lugar más fotografiado de Nafplion. Durante la primera ocupación veneciana, se había conectado a Acronafplía a través de una enorme cadena de metal que aseguraba el puerto contra los ataques de los barcos enemigos. Los griegos lo recuperaron de los otomanos el 18 de junio de 1822 y hasta el 1865 sirvió como fortaleza. Luego se transformó en residencia de los verdugos de los convictos del castillo de Palamidi. Hoy en día es un sitio turístico, que ocasionalmente alberga festivales de música en verano.

 El Castillo de Lárissa – Argos

El fuerte medieval de Lárissa está ubicado a una altura de 289 metros sobre la moderna ciudad de Argos. Las raíces históricas de las fortificaciones en la colina de Lárissa ya se remontan a los tiempos prehistóricos y sus huellas siguen hasta la Revolución griega de 1821. Según el autor del libro “Enciclopedia del griego antiguo”, Gay Wilson, el nombre Lárissa significa «ciudadela». El castillo de Lárissa fue desde el inicio un puesto de observación fortificado y la última línea de defensa para la ciudad de Argos.

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El fuerte – aunque en uso continuo desde los tiempos prehistóricos – tomó su forma actual durante la Edad Media. El cuartel general y las instalaciones militares probablemente estaban dentro de la ciudadela. Lárissa era uno de los cuatro castillos más poderosos del Peloponeso, según la “Crónica de Morea”. Durante el siglo XV, tuvo lugar un gran refuerzo de las fortificaciones como resultado del cambio de poder (que pasó de los venecianos a los otomanos) así como a causa de la evolución de la arquitectura defensiva debida a la llegada de las armas. El arqueólogo holandés Wilhelm Vollgraff comenzó sus excavaciones alqueológicos en el sitio a principios del siglo XX, con el objetivo de descubrir principalmente el interior de la acrópolis de Lárissa.

[créditos fotográficos: https://www.argolisculture.gr/el/lista-mnimeion/]

Texto: D.P

Redacción: A.K

Etiquetas: Historia | Patrimonio