Siendo la Pascua la más alegre de las festividades griegas, es natural que la comida ocupe una posición privilegiada en el festejo de ella. Por lo tanto, se convierte en una magnífica ocasión de encuentros y reuniones familiares y de amigos, de comidas especiales, de largas tertulias alrededor de la mesa y, cómo no, de intercambio de buenos augurios.

Para los griegos ortodoxos las celebraciones de la Pascua comienzan dos meses antes: el carnaval y la cuaresma son los preliminares de esta gran celebración. El lunes de ceniza, que sigue tras las fiestas del carnaval, marca el comienzo del tradicional ayuno de la cuaresma que dura hasta la Pascua. Por eso, lo que comienza con la abstinencia total de derivados de carne animal durante la cuaresma, termina el Domingo de Pascua con un festín a lo grande, cuyos preparativos empiezan ya desde los últimos días de la semana santa.

Los platos típicos que se elaboran en esos días pueden variar de un lugar a otro, pero en todas partes rige la regla de que nada debe desperdiciarse. El símbolo más emblemático de la Pascua en Grecia son los huevos pintados de rojo, que se preparan en τσουρεκι todo el país.

Se dice que el color rojo representa la sangre de Cristo. La gente los prepara con fines decorativos, pero también para consumirlos. Además, existe la tradición del juego del «tsúgrisma», es decir chocar un huevo con otro. Cada persona toma un huevo e intenta romper el de los demás. La persona cuyo huevo resulte más resistente tendrá, según la tradición, buena suerte durante el año. A los griegos les gustan mucho los dulces; así que durante esas festividades la gente prepara las famosas galletas de Pascua (kulurakia) hechas con zumo de naranja, y el tsureki, un bizcocho dulce y esponjoso. Suelen ser preparados el Jueves Santo pero no se degustan hasta terminada la misa de medianoche del Sábado Santo. Este bizcocho que, tradicionalmente simboliza la fertilidad, es signo indiscutible del fin del ayuno.

Esa misma noche, la gente normalmente come la mayiritsa, la sopa tradicional de Pascua, hecha de las tripas del cordero que se asará, el día siguiente, para la comida pascual.

μαγειριτσα

 

Ese día la gente se levanta temprano por la mañana y empieza a preparar el fuego de la barbacoa para asar o rostizar el cordero que es el plato principal de la comida pascual de todos los griegos.

πασχαλινη κουζινα

El asado del cordero es un largo ritual que puede durar entre 6 y 7 horas, tiempo que se aprovecha para preparar los platos acompañantes o para tomar alguna que otra copita de ouzo o tsípuro. El festín del cordero transcurre lentamente, hasta la tarde, entre abundante comida y generosas cantidades de vino, canciones y bailes.

El día siguiente, naturalmente, es día de reposo en que se pasa de nuevo al ayuno pero, esta vez, no por razones religiosas sino para compensar los abusos y excesos del día anterior.

 Por el archivo de Panorama Griego