En tres días los griegos acudirán a las urnas para elegir a los trescientos diputados que formarán el nuevo Parlamento heleno y, también, a quien dirigirá el país a partir del lunes. Dos años y medio de las últimas elecciones, son convocados de nueno, tras el fracaso por tres veces del Parlamento para designar nuevo Presidente de la República al carecer la coalición gubernamental, formada por Nueva Democracia y el PASOK, de la mayoría necesaria para la tercera vuelta (280 diputados). 

Así que el caracter anticipado de las elecciones redujo el período de la campaña electoral en apenas cuatro semanas. Además, la posibilidad de que por primera vez un partido de la izquierda se alce con el triunfo electoral ha polarizado el clima entre los dos principales contrincantes, el partido gobernante de Nueva Democracia y la Coalición de la Izquierda Radical (SYRIZA), con ventaja clara en todos los sondeos desde hace varios meses.

Durante toda la campaña hemos seguido un duelo muy tenso, en tonos altos y con reproches mutuos, entre los líderes de ambos partidos, con el Primer Ministro, Antonis Samarás, advirtiendo que la llegada de SYRIZA al poder implicaría el riesgo de una posible salida de Grecia del Euro con consecuencias nefastas para el país. “Lo que está en juego en estas elecciones es la permanencia de nuestro país en Europa”, asegura Samarás quien no se cansa de reiterar que su partido es el único factor de la estabilidad política y económica del país. Al mismo tiempo, trazó una hoja de ruta para bajar impuestos y ha prometido el fin del programa de rescate “sin poner en peligro la pertenecia del país en la U.E.”. 

Por otro lado, el líder de SYRIZA, Alexis Tsipras, recordando siempre que las políticas de Antonis Samarás hundieron a una gran parte de la población a la pobreza y la miseria, se muestra seguro de que “el pueblo está decidido a poner fin a las políticas de austeridad y a los memorandums”. Detalla las primeras medidas urgentes para paliar la crisis humanitaria y promete que para hacer frente a la crisis de la deuda, primero, pediría la celebración de una conferencia europea sobre el tema, segundo, buscaría una quita de su mayor parte a través de los mecanismos europeos y, por último, supeditaría su pago a una claúsula de crecimiento para así poder relanzar el crecimiento de la economía, recordando que algo parecido se hizo exactamente con Alemania en 1953, tras la II Guerra Mundial. 

Un elemento a destacar de estas elecciones es la escisión de los socialdemócratas del PASOK, tras el divorcio y posterior creación de un nuevo partido por Yorgos Papandreu, hijo del histórico fundador del partido socialista, que se presenta a estas elecciones con el nombre de Movimiento de Socialistas Demócratas. Por la tercera posición y a gran distancia del segundo partido pugnarán cuatro formaciones políticas: la recien constituida To Potami (El río) de corte centro-izquierda, los neonazis del Amanecer Dorado, el Partido Comunista de Grecia (KKE) y el PASOK. 
Aunque todos los sondeos pronostican una victoria electoral de SYRIZA, ninguno le augura la mayoría absoluta que le permitiría formar gobierno sin tener que buscar alianzas con otros partidos. 
La nueva Cámara asumirá sus funciones el 5 de febrero y su primera misión será elegir el nuevo Presidente de la República cuyo mandato expira el próximo marzo.

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